La comprensión de la violencia
Por Roberto Augusto
La violencia está socialmente aceptada y se fomenta por parte de los Estados a través de la educación, en los medios de comunicación y en el seno de muchas familias. Por eso hay que tener una voluntad firme para vencerla. Y la mejor forma de lograrlo es ser conscientes de todas las consecuencias que tiene.
¿Por qué somos violentos? Es evidente que la sociedad nos condiciona para que lo seamos. Y esa violencia también está en nuestro interior. El esclavo que acepta sus cadenas no es libre. Sigue siendo un prisionero aunque haya renunciado a su libertad. Por eso hay que usar la fuerza de la inteligencia para superar las barreras que aprisionan nuestra mente y luchar sin descanso contra el oscuro espectro de la violencia y de la mentira.
No se puede ser consciente porque otro diga que debemos serlo. Si somos violentos nadie puede tomar por nosotros la decisión de abandonar ese camino. Y si lo hacemos siguiendo una autoridad ajena, entonces lo más probable es que no consigamos ningún cambio. Pronto volveremos a caer en lo mismo de siempre. Si la decisión de hacer algo no es plenamente nuestra nunca será una opción que asumamos hasta sus últimas consecuencias. Muchos dicen “la guerra es necesaria”.
Otros optan por la estrategia de minimizar los males de la violencia o considerarlos inevitables. Todos estos argumentos son una muestra más de nuestra irracionalidad. La razón, en este caso, se usa para justificar flaquezas, no como un instrumento de liberación, sino como una forma de reforzarnos en comportamientos que sabemos que son malos, aunque no tengamos la suficiente voluntad para sacarlos de nuestras vivas.
La inteligencia puede romper cadenas mentales o forjarlas, por eso es fundamental ser conscientes de aquello que hay en nuestro interior, de nuestros miedos, angustias y debilidades. Solo desde la comprensión de la violencia podremos vencerla.