‘Cruce de caminos’, un cuento moral

Por Los 35 milímetros (Cristóbal Soage)

Cruce de caminos (The Place Beyond the Pines) pone la atención en los vínculos familiares, en la fuerza con la que estos unen a las personas a lo largo del tiempo y en las insospechadas consecuencias que los actos del pasado pueden tener en el futuro.

Cuando Blue Valentine llegó a las pantallas de cine allá por el 2010 causó el efecto de un golpe seco en el estómago. La historia de amor y desamor de Dean y Cindy consiguió dejarnos sin respiración, hizo que nuestros ojos se abriesen de par en par y que reponerse del impacto no fue tarea fácil. Por aquel entonces Derek Cianfrance era un auténtico desconocido. Su ficha en IMDB acredita que su debut como director de largometrajes se produjo en 1998: Brother Tied es una película de la que muy pocos han oído hablar y cuya escasa repercusión hizo que nos acercásemos a Blue Valentine como si se tratase de la ópera prima de un cineasta sin experiencia.

Quizás el largo tiempo que separó ambas cintas hizo que Cianfrance pusiese especial empeño en el trabajo que le daría la oportunidad de demostrar su talento definitivamente, y todo el esfuerzo dio resultados más que satisfactorios. La crítica recibió Blue Valentine con los brazos abiertos y la película encontró además un importante grupo de defensores acérrimos entre el público y las nominaciones… Los premios no se hicieron esperar demasiado.

Al final, y pasado el tiempo, nos queda la sensación de que Blue Valentine es uno de los dramas románticos más intensos y certeros que ha llegado a nuestras pantallas en los últimos años. Y por extensión, nos hace pensar en Derek Cianfrance como uno de los contadores de historias más inteligentes y sólidos de su generación. Por eso, el estreno de Cruce de caminos (The Place Beyond the Pines) lleva mucho tiempo marcado en rojo en nuestro calendario, por eso y porque todos los detalles que hemos ido conociendo acerca de ella no han hecho más que aumentar nuestras expectativas.

Una vez más, Cianfrance vuelve a contar con Ryan Gosling como cabeza de cartel, y en esta ocasión lo acompañan un grupo de intérpretes que llevan tiempo haciendo méritos para ocupar un lugar prominente en el panorama cinematográfico: Bradley Cooper, Eva Mendes, Ben Mendelsohn, Rose Byrne y los jóvenes Emory Cohen y Dane DeHaan. Si Blue Valentine pretendía ser un retrato pormenorizado sobre el amor y sus consecuencias, Cruce de caminos (The Place Beyond the Pines) pone la atención en los vínculos familiares, en la fuerza con la que estos unen a las personas a lo largo del tiempo y en las insospechadas consecuencias que los actos del pasado pueden tener en el futuro. Una vez más, temas complejos ante los que Cianfrance no se amilana y con los que deja claro que su éxito anterior no fue una simple casualidad.

El lugar tras los pinos es el punto de partida, el punto medio y el punto final de la odisea de las familias de Luke y Avery. Una odisea que empieza pero no acaba, cuyos protagonistas mutan durante toda su extensión, y cuyo mar no deja de embravecerse ni de arremolinarse. The Place Beyond the Pines (si preferimos acordarnos del lugar antes que de los caminos) es la visión de Cianfrance de, entre otras cosas, el pecado, la moralidad, y la herencia. El realizador de Colorado juega a capturar las grietas de lo que hace humanos a los humanos, desde la óptica de una tragedia griega puesta a punto en una pequeña ciudad del estado de Nueva York; en la sociedad contemporánea por excelencia, la americana, cerca de su punta de lanza.

De hecho, las grietas de tal tragedia tienen aquí dos dimensiones: la íntima, la que atiende a las fisuras piel adentro, y la épica, la que se acerca hacia las grandes preguntas que rodean la condición que traspasa la dermis humana. Suena grandioso, y lo es. Desde la magistral primera escena, que funciona a modo de obertura, Cianfrance compone una ópera en tres actos, en la que sobrepone, y yuxtapone, un florido mosaico de cuestiones. ¿Cuál es el héroe, el que cuida de la ley, o el que cuida de lo suyo y los suyos? ¿Cuál es la recompensa de la justicia? ¿Importa más una persona que otra? Un tríptico con el que Cianfrance se desenvuelve en la pantalla con un talento y una sabiduría cinematográfica encomiables.

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