‘Tranquilos y atentos como una rana’, el aquí y ahora para niños

Por Sónia Marquès Camps

Tranquilos y atentos como una rana. La meditación para los niños con sus padres. Al menos, para iniciarles en esta práctica desde pequeños. Sin duda, uno de los mejores regalos de vida; enseñarles a estar tranquilos con ellos mismos, a controlar sus sentimientos y emociones, a desligarse de ellas cuando crean intranquilidad, dolor o malestar. El abecé del mindfulness narrado para que podamos explicarlo, y que lo entienda, un niño de entre 5 y 12 años.

El mindfulness “es la aptitud de la mente para prestar atención a lo que hay, aquí y ahora, estando totalmente conscientes de cada momento que vivimos”. ¿Es posible enseñarlo a los niños? (puesto que los estados de ánimo dolorosos ya existen realmente en la infancia). Es lo que pretende este libro escrito por la terapeuta Eline Snel y publicado por Editorial Kairós.

Tranquilos y atentos como una rana incluye un CD con meditaciones guiadas específicas, para niños demasiado estresados, demasiado dispersos, demasiado angustiados, para que vuelvan a encontrar su centro y tranquilizarse. Pero, también, “para ayudarles a adquirir más humanidad; a no convertirse solamente en consumidores y a cultivar desde muy pronto las capacidades de presencia en el mundo y a tomar conciencia de lo hermoso y frágil y maravilloso que es”.

Mindfulness es estar conscientemente presentes. Y por eso, las meditaciones guiadas  que se incluyen en el CD enseñan a los niños a estar atentos a su respiración, a aprender a mirar sin que sus pensamientos interfieran, para una comprensión más profunda de las cosas o de sus sentimientos; a escuchar las señales del cuerpo ante determinadas emociones, “que no están ahí así como así, sino que están diciendo cosas sobre una situación o experiencia del momento acerca de tus límites y necesidades”, o a saber buscar el término medio de las cosas.

Un libro que, además, nos recuerda lo esencial en la educación, a saber, aceptación, presencia y comprensión. “Aunque no puedas solucionarlo todo, sí puedes permanecer cerca de tus hijos, dejando que demuestren y acepten sus emociones”, sabiendo y reconociendo qué tiempo está haciendo por dentro, “el parte metereológico personal”, que puede ayudar a los niños a comprender su mundo interior.

‘El parte meteorológico’ es uno de los ejercicios del libro que destacamos, porque pretende que los niños aprendan a identificarse menos con sus cambios de humor: “Yo no soy el chaparrón, pero me doy cuenta de que llueve”. Los sentimientos (los cuatro más básicos son enfado, tristeza, miedo y alegría), “son simplemente sentimientos, pero no son tú, tú los tienes”. Una idea que nos encanta recalcar: “Un sentimiento dice cómo vives una situación, no cómo es la situación en realidad”. Y con esta idea, este manual con CD enseña a los niños cómo aceptar, sentir y reconocer sus sentimientos; sin necesidad de apartarlos, cambiarlos o expresarlos de inmediato”. “El comportamiento puede cambiarse, los sentimientos no”.

Un abecé, por tanto de la inteligencia emocional, de gestión de las emociones, para padres y niños, ya que, “al igual que los adultos, los niños pueden quedar muy confundidos ante la intensidad de ciertos sentimientos y a menudo no saben qué hacer con ellos”. “En estos casos, es bueno que los padres les enseñemos a ser conscientes de la intensidad de estos sentimientos, con una atención plena, abierta y sin juzgarlos”. “Permitir, de forma comprensiva, que el dolor, el miedo, la ira o la alegría estén presentes es algo que conforta a los niños”. Y esto ya justifica este libro. Y esta reseña. Porque es el mejor regalo que podemos hacer a los niños, descargarlos de sufrimiento. Y “porque no podrán ser dueños de sus pensamientos si antes no han aprendido el mecanismo para conocerlos”.

“Sus fábricas de pensamientos no dejan de producir pensamientos y preocupaciones”, y se merecen, desde luego, momentos de descanso. Como muy bien apunta Eline Snel en este estupendo Tranquilos y atentos como una rana; con grandes lecciones para los pequeños también para aprender a tener paciencia, confiar y soltar.

Nos ha encantado particularmente el ejercicio del libro para enseñarles a potenciar imágenes mentales y a visualizar sus deseos “fervientes” desde la paciencia, la confianza y el soltar. El ejercicio se titula ‘El árbol de los deseos’; tanto para los deseos grandes como para los pequeños. Donde siempre es muy importante la paciencia, la confianza y el saber soltar. “Paciencia, dado que todo requiere su tiempo. Confianza, porque te das cuenta de que todo cambia. Finalmente, el soltar, que se refiere a dejar ir la necesidad de querer manipular y ejercer control en el proceso, y de que las cosas han de suceder  a tu manera”.

“La aceptación, vista como reconocimiento de aquello que es nos abre muchas puertas. Podemos comprender, sin manipulaciones, sin expectativas o incluso sin exigencias, que el cambio no siempre se produce por querer algo distinto, sino sabiendo que el cambio se producirá de todos modos. Y saber esto te hace libre. Libre de escoger cómo actuar con lo que la visa te presenta, tanto a ti como a tus hijos, sea como sea la fuerza y el ímpetu de las olas”…

“Los sentimientos pueden llegarte tan adentro que son capaces de dejarte absolutamente perturbado”.
“Los sentimientos pueden llegarte tan adentro que son capaces de dejarte absolutamente perturbado”.

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