Joan Elias: “Pocas conversaciones con uno mismo, pero de calidad”

Por Sónia Marquès Camps

Joan Elias es experto en Comunicación, profesor, conferenciante en busca del lovework (por hacer alusión a uno de sus títulos publicados) y explorador de la vida, como él mismo se define. Un comunicador nato que utiliza la ironía como recurso natural.

Ahora acaba de sacarse de la manga (o de su chistera –Elias es como un mago de la comunicación–) dos conceptos nuevos con los que consigue lo que es lo suyo, romper esquemas en la forma de pensar de los “humanos”, su término preferido para definirnos: motivoción  (tener un motivo y pasar a la acción) y liderhazgo (el líder que habla poco y hace mucho).

¿Cómo nos comunicamos habla mucho de nosotros?
Hay una dicotomía célebre en torno a si somos lo que comunicamos o si comunicamos lo que somos. Pero contestando a tu pregunta: ¿habla de nosotros lo que comunicamos? Absolutamente. Precisamente, con la comunicación, con cada gesto, con cada palabra, vamos dejando huellas de lo que somos, de lo que pensamos, de nuestras dudas, inseguridades, de las fobias y de nuestras filias. Observando con atención como una persona se comunica podemos sacar un retrato robot de su personalidad.

¿Cambiando o mejorando la comunicación cambiamos nuestro entorno y nuestras relaciones?
Mejorando la comunicación lo que hacemos es mejorar la respuesta del entorno. El entorno no se puede cambiar ni hay que intentar cambiarlo; está ahí para demostrarnos lo insignificantes que somos. Pero eso sí, comunicándote mejor con el entorno puedes conseguir, más que el entorno se adapte a ti, que tú te adaptes al entorno.

¿Cómo hay que hablarse a uno mismo?
Creo que tenemos que hablar menos con nosotros mismos, o dejar que nuestro pensamiento fluya libremente sin hacer caso a esta manera que tiene de hacerlo, tan caótica, troglodita, cavernícola, neurótica, visceral… Abogo por pocas conversaciones con nosotros mismos pero de alta calidad. Dejar que fluyan los pensamientos o pararlos haciendo otras cosas. Y el día que quieras tener una conversación seria contigo mismo, entonces, plantéatela, planificátela, seriamente.

¿Es así cómo te comunicas contigo mismo?
Cuando estoy solo, me comunico conmigo mismo de forma caótica, como todo el mundo. Pero he llegado a la conclusión de que una manera de comunicarme mejor conmigo mismo es tener más conversaciones con otras personas que consigan aumentar la calidad de mi comunicación, que me obliguen a escuchar más o a planificar mejor mis pensamientos en torno a un tema.
Y es importante para poderte comunicar bien contigo mismo también separar los hechos de la ficción. Porque cuando no eres capaz de separar los hechos de la ficción tu camino es la locura.

Algún consejo para una comunicación efectiva con los demás.
Recuerdo a un buen alumno en la universidad a quien le bajaron las notas durante un trimestre de forma evidente. Al llamarle al despacho para saber qué le había ocurrido, me confesó que estaba enamorado de una compañera, precisamente, de clase. Dando vueltas a un buen consejo sobre lo qué debía hacer, le dije exactamente esta frase, que es la que mejor define la comunicación eficaz: díselo elegantemente a saco.

Ir al grano en la comunicación… para que sea efectiva.
Clara, concisa y sencilla. Sin olvidarnos de la palabra elegantemente. No se puede hablar claro sin ser elegante.

Comunicación efectiva afectiva. Es una de tus frases.
Es la versión fashion de lo anterior. Efectiva: simple, corta, clara. Afectiva: elegante, donde está implícito el sentimiento. Cuando hablamos de elegancia estamos hablando de algo bello, de la comunicación como algo bello; de palabras que remitan a obras de arte.

¿Y somos en general bastante analfabetos emocionales cuando nos comunicamos, sin filtro a lo que sentimos?Todavía no hemos alcanzado todo nuestro potencial para comunicarnos efectiva y afectivamente, porque nuestro cerebro no está desarrollado totalmente para esto.

¿Cómo comunican las empresas en general?
Las empresas hacen muy bien en general la publicidad. Excepto alguna, je, je, como la que he visto hoy, que tenía una frase en la puerta: “Arreglamos sus pantalones a tres euros en 24 horas”. Y abajo hacía un inciso: “Si el taller lo permite”. [Risas]. Excepto curiosidades como éstas, las empresa comunican publicitariamente muy bien. Tienen muchas, muchas más dificultades comunicándose con sus empleados. Porque, en el fondo, la comunicación efectiva proviene de una fase anterior, que tener el convencimiento de que la persona con la que te vas a comunicar es igual que tú. Cuando sobreviene la idea de que la persona con la que te vas a comunicar no es igual que tú no te vas a comunicar bien.

¿Esto pasa entre directivo y empleados?
Normalmente, en las empresas se establecen unas redes de poder legal y otras de poder ilegal. El jefe digamos que tiene el poder legal. Pero puede haber compañeros que ejerzan poderes ilegales. Siempre hay pirámides de este tipo, y donde la conversación fluye negativamente, porque no todo el mundo piensa que es igual al otro. Los humanos nos creemos especiales, cuando en realidad somos vulgares, porque todos nos parecemos.
La premisa básica de la comunicación advierte de que el 95 por ciento del tiempo un humano lo pasa hablando consigo mismo. Ergo la comunicación entre los humanos es altamente improbable. De ahí viene el problema de la comunicación. Si te estás comunicando pensando en ti mismo, no es posible comunicarte bien con los demás. Y eso se ve en las parejas, en las relaciones de trabajo, etc.

Deshacerse del ego para comunicarnos, relacionarnos mejor.
La comunicación se hace efectiva el día que tú centras la conversación en que el otro comprenda de forma excelente lo que estás diciendo a la primera. El día que tienes la generosidad de darle al otro toda la información para que corrobore, repiense, refute el tema del que estáis hablando. En el fondo la comunicación sirve para que otra persona entienda mejor algo que no tenía claro. Si no hay una mejora en la comunicación del otro, no tiene ningún sentido. Para eso hay que ser generoso.

¿Cómo ves formas de comunicación como la que se establece con WhatsApp?
Es un extraordinario canal de comunicación, pero no hemos sido capaces todavía de sabernos comunicar a través del WhatsApp porque le falta la posibilidad del largo del texto o del tono. No permite matizar. Por eso crea grandísimas confusiones.

A pesar de que tiene emoticonos. ¿No son suficientes para matizar?
Es que no son la esencia de la comunicación, sino un complemento de la comunicación. Al faltar el tono o la extensión del texto crea confusiones. Mucha gente se pelea por culpa de esta comunicación instantánea. Tiene que utilizarse como un canal de comunicación muy informativa: venimos, quedamos, sí, no… Pero si tienes que hacer una carta de amor, haz una carta, no hagas un whatsApp.

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