¿Qué haces para disfrutar y ser feliz en tu trabajo?

Por Juan Manuel Martín Menéndez

Si vemos el trabajo como un lugar lleno de problemas, sinsabores y un mal necesario para ganarnos la vida, esta mirada nos dificulta y prácticamente cierra la posibilidad de disfrute y felicidad en esa faceta de nuestra vida a la que tantas horas dedicamos cada día.

En el artículo anterior veíamos que el primer paso para disfrutar y experimentar satisfacción en nuestro trabajo es utilizar una mirada que nos abra la puerta a ello, o al menos, que no nos la cierre. Por lo tanto, el primer paso ya está dado, las condiciones están creadas y desde aquí podemos ponernos manos a la obra. Fíjate que no me refiero a las condiciones externas sino a las condiciones internas que son más importantes.

Un mito muy común es identificar el disfrute laboral con la actividad que realizamos, y esto tiene una buena parte de verdad ya que cuando hacemos lo que más nos gusta experimentamos disfrute y satisfacción. Sin embargo, el disfrute es una experiencia que tiene múltiples facetas sobre las que podemos actuar. Veamos cuáles.

Puede parecer obvio pero una de las cosas que más nos ayuda a disfrutar de nuestro trabajo es divertirnos durante nuestra jornada laboral. La diversión es una emoción positiva que nos hace disfrutar mucho a los seres humanos y que viene por la actividad que hacemos pero también, y muy especialmente por la interacción con otras personas. Esto se ve claramente en algunos lugares de trabajo en los que cuando entras notas inmediatamente una atmósfera que te atrae y te envuelve, personas alegres y animosas, risa, diversión. ¿Significa esto que trabajan menos o son menos productivos? No, todo lo contrario; los estudios demuestran una y otra vez cómo un estado anímico positivo y feliz tiene un gran impacto en la productividad de los equipos. Según David McClelland, experto en productividad de la universidad de Harvard, hasta en un 40 por ciento. La diversión en el trabajo es una de las mejores cosas que podemos hacer para disfrutar de él, y esto depende más de nosotros y de las personas con las que trabajamos que de otros factores. Aquí, como en todo, la iniciativa es clave. Toma la decisión de divertirte en tu trabajo y busca proactivamente maneras de generar esa diversión y de contribuir a que tus compañeros se diviertan y se apunten al carro de la diversión.

Lo segundo que podemos hacer para disfrutar de nuestro trabajo es dotarlo de un propósito elevado. Los seres humanos tenemos una necesidad interior de sentido y de propósito; necesitamos que nuestra vida tenga sentido, y el sentido y el propósito nos produce satisfacción y disfrute de la vida. ¿Cuál es el sentido de tu trabajo?, pregunto algunas veces a los participantes de mis programas en empresas; y la respuesta en muchos casos es: ganarme la vida y/o hacer una carrera profesional. Indudablemente, esas son dos buenas razones para hacer el trabajo que hacemos, pero -sigo preguntando- ¿cuál es la aportación a la vida de los demás que haces a través de tu trabajo? Ante esta pregunta, hay veces que la respuesta que recibo es el silencio. Independientemente del trabajo que hagamos, siempre le podemos encontrar, o dotar de un propósito y un sentido de aportación a la vida de los demás.  El trabajo de un auxiliar administrativo es importante para que su empresa pueda proporcionar los productos y servicios a través de los cuales hace una aportación a la vida de sus clientes. Pero también ese auxiliar administrativo puede dotar a su trabajo del propósito de contribuir a la felicidad, satisfacción y realización personal de sus compañeros. Todo es cuestión de querer dotar a nuestro trabajo de un propósito elevado, y desde ahí encontramos la manera.

La tercera iniciativa que podemos tomar para disfrutar de nuestro trabajo es aplicarnos a retos, es decir, utilizar nuestras capacidades para enfrentar retos. Esto es algo que genera disfrute porque al utilizar nuestras capacidades damos expresión a nuestro ser, y esto produce disfrute. Indudablemente, hay trabajos que dan más juego que otros para enfrentar retos, pero, al igual que con las dos iniciativas anteriores, nuestra proactividad es clave y siempre podremos orientar nuestro trabajo a retos si así lo buscamos. El auxiliar administrativo del ejemplo anterior puede limitarse a introducir facturas en la aplicación de contabilidad de su empresa o tratar de encontrar patrones de gasto en esas facturas que permitan optimizar los costes. Esto le hará disfrutar más de su trabajo, y también que le vaya mejor porque estará aportando más valor.

La cuarta iniciativa es aprender, desarrollarte y crecer. Nuestra naturaleza humana está programada para estar en permanente proceso de crecimiento y transformación. Esto lo vemos claramente en nuestro cuerpo y cómo va creciendo y transformándose desde nuestro nacimiento. Bien, pues en el nivel mental-psicológico pasa lo mismo, estamos programados para crecer y desarrollarnos psíquicamente. Si nos estancamos se produce en nosotros ahogo y depresión, si cambiamos, evolucionamos y crecemos, se produce disfrute, disfrute que proviene de saciar esta necesidad. Imagínate que una planta pudiera sentir como nosotros. Imagínate ahora que ponemos una castaña en la tierra, y cuando está saliendo el primer brote del castaño, lo apretamos fuertemente con nuestra mano y lo mantenemos así durante semanas o meses. ¿Cómo se sentiría el pequeño castaño? Ahogado y deprimido por no poder ser lo que está llamado a ser: un castaño cada vez más grande y frondoso.

Por último, otra iniciativa que podemos tomar para disfrutar del trabajo es tener ilusión. La ilusión es una emoción positiva que nos hace disfrutar de nuestro día a día y de nuestra actividad. Cuando somos jóvenes y estamos comenzando en casi todo: relaciones de pareja, carrera profesional, familia, aficiones… la ilusión está presente en nuestra vida. Sin embargo, a medida que va pasando el tiempo y vamos cumpliendo unos sueños, abandonando otros y experimentando los envites que a todos nos da la vida, nos podemos ir quedando sin ilusión. El trabajo puede y debe ser una fuente de ilusión en nuestra vida, ya sea por la vía de algún lugar al que queramos llegar en el futuro en nuestra carrera profesional, o por algo que queramos ver materializado en nuestro trabajo, empresa o equipo. Esto último es muy potente porque las ilusiones compartidas tienen una gran fuerza. Conviértete en un agente de ilusión para ti y para las personas con las que trabajas.

A estas cinco iniciativas que acabamos de ver yo las he denominado las cinco palancas de disfrute en el trabajo. Utilizo el término palanca porque tienen la misma capacidad que las palancas para levantar pesos; una pequeña fuerza ejercida en alguna o todas ellas puede transformar por completo nuestra experiencia laboral. Dijo Arquímedes en sus estudios sobre palancas: “dadme un punto de apoyo y levantaré el mundo”. En lo que se refiere al disfrute en el trabajo, el punto de apoyo es tu decisión de disfrutar cada día en él; las palancas son las que hemos visto.

¡Que tengas un gran día!

www.quetengasungrandia.com
www.facebook.com/martinmenendez.juanmanuel
@jm_martinm

Dejar un comentario

nombre*

Correo electrónico* (no publicado)

sitio web