‘Mitología y transformación personal’, de Campbell

Ideas y párrafos destacados del libro ‘En busca de la felicidad; Mitología y transformación personal’, de Joseph Campbell, quien desgrana aquí la idea de la mitología como herramienta para facilitar la comprensión del desarrollo psicológico del individuo.

Joseph Campbell, en este libro, publicado por Editorial Kairós, toma como partida la hipótesis de que los mitos son los productos creativos de la psique humana, que los artistas son los creadores de mitos de cada cultura y que las mitologías son las manifestación creativa de la necesidad universal de dar sentido a las realidades psicológicas, sociales, cosmológicas y espirituales.

No es un libro, a nuestro parecer, de comprensión siempre fácil, pero tiene ideas y párrafos de gran sabiduría en toda la narración… Una invitación, a través del mito y la mitología, a descubrir o traer a la luz lo realmente trascendente en nuestra vida, esto es, nuestro propio camino a la felicidad.

El mito, en opinión de Campbell, establece el marco de referencia del desarrollo y transformación personal, y la comprensión del modo en que mito y símbolos afectan a la mente individual proporciona la clave para vivir en armonía con la propia naturaleza, o dicho en otras palabras, señala el camino que conduce a la felicidad. ”El mito –escribe– tiene el poder de conectar la capa de la mente con la capa de la sabiduría, que es la que nos habla de lo trascendente”.

“En una sociedad como la nuestra, de textos y palabras escritas, corresponde al poeta señalar el valor vital que tienen los hechos que nos rodean y divinizarlos, proporcionándonos así las imágenes que vinculan lo cotidiano con lo eterno”, escribe el autor. Y añade: “Creo que ahora debemos buscar respuestas en los mismos lugares en donde las halló la gente de los siglos XII y XIII, cuando su civilización se estaba hundiendo, es decir, en los poetas y en los artistas. Ellos pueden ver más allá de las ruinas de los símbolos del presente y forjar nuevas imágenes transparentes a la trascendencia”.

“Las imágenes mitológicas nos proporcionan modelos porque se han visto acrisoladas por la experiencia de décadas, siglos y hasta milenios; no es fácil, en ausencia de modelos, construir una vida”, señala el autor. “El modelo siempre ha sido, a mi entender, el que nos indica el camino a seguir y la forma de enfrentarnos a los problemas y oportunidades que la vida nos depara”, escribe.

“Mito e historia son dos cosas diferentes. Los mitos no son relatos ejemplares de personas que vivieron vidas inspiradoras. No, los mitos son los trascendente en relación al presente”. Y cita a Dürkheim: “los mitos activan en nosotros la sabiduría de la vida”.

“El nuestro es, en mi opinión, un tiempo de caída libre en el futuro y sin guía. Solo tenemos que saber caer, algo que también podemos aprender. La búsqueda de la felicidad se convierte en nuestra vida”.

“Las imágenes mitológicas son las que ponen en contacto la conciencia con el inconsciente. La eternidad es una dimensión del ahora, una dimensión del espíritu humano, que es eterno. Cuando descubrimos en nosotros mismos esa dimensión eterna, cabalgamos todos los días a lomos del tiempo. Y lo que nos ayuda a reflexionar en el conocimiento de esta dimensión transpersonal y transhistórica de nuestro ser y de nuestra experiencia son los arquetipos mitológicos, los símbolos eternos que viven en las mitologías de todo el mundo y siempre han servido de modelos a la vida humana”, explica Campbell.

El autor señala así la importancia de hacernos transparentes a lo trascendente: “Cuando la energía se bloquea y nos vemos alejados de nuestro centro, acabamos enfermando, una idea muy semejante a los principios de las medicinas tradicionales china e india. La forma, pues, de medir este bloqueo y resolver los problemas psicológicos consiste en hacernos transparentes a lo trascendente. Es tan sencillo como esto”.

Y dice: “No debemos vivir en nombre del éxito o de los logros mundanos, sino en nombre de los trascendente, dejando que la energía fluya libremente”. “Nuestra felicidad puede guiarnos hasta este misterio trascendente, porque la felicidad es el manantial de la energía de la sabiduría trascendente que reside en nuestro interior”.

“La felicidad es esa sensación profunda de estar presente, de hacer lo que tenemos que hacer para ser nosotros mismos. Y eso es algo que podemos hacer en cualquier momento porque, en cualquier momento, ahora mismo, nos hallamos ya al borde de lo trascendente”, afirma.

Campbell nos emplaza con esta lectura “a tener el coraje de buscar, descubrir y vivir la propia vida”. Y citamos textualmente: “Tenemos que descubrir cuál es nuestra pasión y expresarla. Tenemos que vivir nuestra vida. ”Uno se adentra en el bosque por su punto más oscuro, por donde no hay camino. Porque, si hay camino o sendero, se trata del camino o del sendero del otro. Pero, como cada ser humano es un fenómeno único, la idea consiste en encontrar nuestro propio camino a la felicidad”. ”Uno debe tener el valor de asumir sus propias creencias y dejar que sean los demás quienes determinen, por sí mismos, nuestra autoridad”.

“¿Qué es, por ejemplo, lo que nos sostiene y ayuda a superar grandes adversidades? ¿Hay algo en lo que nos apoyemos o en lo que, para seguir adelante, creamos apoyarnos?”. “Esa es la prueba de los mitos subyacentes por los que vivimos”, dice.

“Nuestro mundo es lo que podríamos considerar un vertedero de tradiciones mitológicas rotas. Descubrir nuestro mito equivale a encontrar nuestra pasión y nuestro fundamento y saber en qué estadio de la vida nos hallamos”. “Debemos aprender a reconocer y vivir el arquetipo propio del estadio vital en que nos hallamos… Empeñarse en vivir el arquetipo de una etapa ya superada es una de las causas fundamentales de las perturbaciones neuróticas”, explica el autor.

“No hay nada más importante que sentirnos plenos, porque es entonces cuando, transparentes a la trascendencia, nos convertimos en signos, en señales. Solo así nos sentiremos vivos y llegaremos a conocer nuestro propio mito personal”, concluye.

Y frases sueltas que queremos destacar de este texto de Joseph Campbell.

“La eternidad no tiene nada que ver con el tiempo. El tiempo es lo que nos desconecta de la eternidad. La eternidad es ahora. Y es a esa dimensión trascendente del ahora a la se que se refiere precisamente el mito”.

“El mundo es una constelación de imperfecciones y quizás uno sea la más imperfecta de todas. Son las imperfecciones las que nos identifican, son las imperfecciones las que requieren nuestro amor”.

“El individuo tiene en su mano una suerte de linterna: la conciencia. Cuando nuestra vida se identifica con la conciencia, no tenemos problema alguno en aceptar que el cuerpo se marchite”.

“Marx nos enseña a culpar a la sociedad por nuestras debilidades, Freud nos enseña a culpar nuestros padres, y la astrología nos enseña a culpar el universo. Pero el único lugar donde debemos buscar un culpable está en nuestro interior, porque no tuvimos las agallas necesarias de asumir y actualizar todo nuestro potencial”.

“Si uno encuentra el modo de conectar con la sociedad, descubrirá el modo de transmitir su mensaje… un medio, un lenguaje o un vocabulario que nos capacite para dar a nuestra sociedad lo que, para nosotros, es el don de la vida de un modo adecuado a su capacidad de recepción”.

“La herida sangre, luego aparece una costra y, finalmente, se forma una cicatriz. Así es como funciona la capa de la sabiduría…. A la sabiduría, como a tantas otras cosas, se accede gradualmente”.

Y recuerdo de uno de los grandes aforismos de Krishnamurti en este libro, que también subrayamos: ”La mejor forma de ayudar a la humanidad es a través del perfeccionamiento de uno mismo”.

@soniamarcamps

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