¡Bendito verano!
Por María Marqués
Andar y provocar una emoción. La piel, al poder; enseñando un poco más un poco menos, convierte la calle en un escenario liviano. Jugando a las apariencias se es el centro de todas las miradas.
¡Y que no te asuste la escasez!

Entregados los cuerpos al sol, en verano, menos es más. Ligereza y comodidad sin perder un grado de inocencia. Calor versus trabajo; la elección nos llega por eliminación.
Somos la piel que, al punto, se refugia en la seda, el algodón, el lino… ;
se aleja de todo lo sintético y nos reclama el aire para respirar.
Vestir para olvidar; color para soñar; escotes para seducir; cortos para provocar; largos para insinuar…
Busca tu alma, hereda la tierra para que mañana tú decidas cómo va a ser el día. Elimina el falso techo, escucha como un coro de piropos levantan tu autoestima; resucita, crea y hazlo exclusivamente a partir de ti misma.
Regálate la estación, sé invitada de honor del momento; marca tu ritmo, atrévete deliberadamente a la soledad alterando tu consciencia. Llega hasta ella.
Sin duda, eres absolutamente contradictoria. El tiempo no pide permiso para pasar, y tienes que dejar que las cosas ocurran sin negarte la incertidumbre.
Ármate de paciencia, no le pongas freno a la necesidad de morir y nacer, morir y nacer… Cuantas veces lo necesites.
¡Bendito verano! ¡Shorts! ¡Y forever jeans!