Roberto Augusto: “Sabiduría es la capacidad para conocerte a ti mismo”

Por Sónia Marquès Camps

Entrevista a Roberto Augusto, filósofo, gran pensador con sólo 34 años y escritor polifacético, además de profesor de lengua castellana. Roberto Augusto colabora en distintos medios de comunicación como columnista y es autor de la sección Filosofía de el Emotional magazine.

En tus libros ‘En defensa del ateísmo’ y ‘El nacionalismo ¡vaya timo!’ he visto la esencia de Krishnamurti: “La única religión del ser humano debería ser creer en uno mismo”… Pero a lo mejor es una interpretación mía.
Está ahí, sin duda. A Krishnamurti lo leí hace muchos años y no volví a leerlo más hasta el verano pasado. Ha sido un gran redescubrimiento. No figura en el canon de la filosofía occidental. Además, está catalogado como un autor de autoayuda. Eso lo degrada totalmente de cara a la academia. Pero pienso que es un gran pensador. Es muy profundo y coherente.

Y muy sencillo. Tú también tienes una forma de escribir muy clara.

El próximo libro, que ahora estoy escribiendo, va a ser más simple todavía. Sin citas ni discusión con otros autores.

¿De qué tratará este próximo libro?
Será sobre la libertad del pensamiento. Mi objetivo es ayudar a conseguir una mente libre que no esté atrapada por ideologías políticas, religiosas ni de ningún otro tipo. Quiero ir a la esencia. Por eso lo escribo dictando al ordenador gracias a un programa de reconocimiento de voz. Cuando escribes o hablas la manera de expresarte es diferente. En la oralidad prima la comunicación y hay una tendencia natural hacia la sencillez.

Para hacer eso se tienen que tener las ideas muy claras.
Haces un esquema que te guía y sale. Hay espontaneidad y el lector lo nota. Esto se ve mucho en los libros de Krishnamurti, por ejemplo, porque la mayoría son transcripciones de conferencias. Es el pensamiento que fluye. Y en el fondo es volver a la esencia de la filosofía: el retorno a Sócrates, que para mí es la fuente primaria del pensamiento filosófico. Él no escribía; no hay textos suyos, todo lo que sabemos de este autor es a través de lo que dijeron los que le conocieron, sobre todo Platón.
La filosofía también tiene que rechazar la idea del sistema. Cuando creas uno pasa lo mismo que con las ideologías, inventas todo un marco de pensamiento que al final te acaba encasillando. Y lo que se vuelve importante no es la realidad, sino lo que tú has creado. Sócrates no tiene un sistema, sino un método, la mayéutica, que consiste en llegar a una definición de los conceptos a través del diálogo. Ahí tienes la libertad de pensamiento. Volver a la oralidad para mí es regresar al origen de la filosofía.

¿Qué hace que el ser humano acabe seducido por las ideologías?
El deseo de buscar una seguridad, de tener un esquema preconcebido que nos ayude a entender el mundo. Pero éste es demasiado complejo para que ningún sistema creado por el pensamiento humano pueda llegar a comprenderlo en toda su profundidad.
Muchas ideologías fomentan la división, por eso hay una idea en la que quiero incidir en mi próximo libro: toda la humanidad es una. Hemos olvidado lo esencial. No eres ni español, ni chino, ni alemán… Sino que todos somos seres humanos.

Parece tan obvio…
Se ha olvidado porque existe una tendencia natural en la mente humana que nos empuja a fijarnos sólo en las diferencias. Hemos olvidado que lo que nos une es mucho más que lo que nos separa. La pluralidad cultural, que existe y es enriquecedora, es secundaria frente al hecho fundamental de que la humanidad es una. Todos somos esencialmente iguales. Cuando uno siente, experimenta lo mismo que otro sentiría en una situación parecida; el mismo dolor, el mismo amor… Pero hemos caído en el relativismo y en adorar las diferencias. Una lengua puede separar, por ejemplo, cuando debería unir. Sucede por la búsqueda de seguridades. Yo tengo mi pequeño grupo, y ésa es mi gente. Te apartas de los otros. Montas una frontera. Pero ese Estado necesita un ejército para defenderse de sus vecinos. Y como son “los otros”, como no son los tuyos, es legítimo atacarles. Surge la violencia porque se ha olvidado la idea de unidad. El error está en pensar que “los otros” no somos nosotros.

Los análisis de ideologías y creencias a partir de diferentes corrientes filosóficas que hay en tus libros requieren un amplio bagaje… Tienes 34 años, y tengo la sensación de que ya lo has leído todo… ¿Cómo entraste en el mundo de la filosofía?
La descubrí con 15 años en la biblioteca de mi pueblo, a través de un libro de Bertrand Russell y de las obras completas de Jean Paul Sartre. Empecé a leer sobre este tema y me gustó mucho. Entonces decidí que quería dedicarme a la filosofía.

¿Cuál es la mejor definición de filosofía para ti?
La filosofía no es un conjunto de respuestas sino de preguntas. Es el cuestionamiento racional de la realidad, el intento del ser humano de responder a los interrogantes fundamentales de nuestra existencia a través de la reflexión.

Tú tienes un concepto muy racional de las cosas, incluso de las emociones. “Razón y emoción son complementarias, no opuestas”, has escrito. ¿Cómo es la emoción pasada por la cabeza?
Tradicionalmente se ha concebido la razón como opuesta al sentimiento. Yo creo que son lo mismo. Una persona realmente inteligente es capaz de comprender sus propias emociones y de encauzarlas. Si tú dices: “Soy violento, me dejo llevar por la furia”… tienes que tener la capacidad de darte cuenta de que esta actitud te lleva al sufrimiento, y poder cambiarla. Autocontrol y autocomprensión. Es decir, ¿qué es la sabiduría? Para responder a esta pregunta debemos volver a la esencia de la filosofía, que es el “conócete a ti mismo”, la frase del Oráculo de Delfos. El autoconocimiento, para que sea profundo y auténtico, no puede quedarse en un análisis instrumental o abstracto, sino que debe abarcar la totalidad de la persona. Tiene que haber una comprensión racional de las ideas y también de las emociones. Y cuando logras esto ambas cosas se integran. Así llegas a una inteligencia emocional, que es el camino de la sabiduría.

A veces puedes entender los motivos por los que actúas de una determinada forma, pero no tener los mecanismos para cambiar.
Porque no hay una comprensión profunda. Si tú dices: “Soy fumador, el tabaco me perjudica”. Y piensas: “Es malo, debo abandonar este hábito”, esto se queda en el ámbito de la razón. Pero cuando profundizas en la idea y la interiorizas, no sólo intelectualmente, entonces la voluntad se pone al servicio de la inteligencia y eres capaz de dejarlo. Esto es posible porque hay un entendimiento verdadero del fenómeno. Si te quedas en lo abstracto, en la idea, no vas a ningún sitio. Sin embargo, cuando la interiorizas pasa a formar parte de ti, como razón y emoción, y desde esta comprensión inicias el camino para cambiar.

Y aquí llego a un tema importante para mí, que es la forma cómo vivimos el tiempo. Cuando tú piensas “me voy a morir”, y esto es sólo un concepto, nada cambia. Muchas veces lo que haces es no aceptar la realidad. Al vivir una pérdida desgarradora buscas una salida, como la creencia en un alma inmortal. Pero si hay una aceptación de la muerte, e interiorizas esta idea de una manera profunda, razón y emoción se integran, son lo mismo. En ese momento todo se transforma. Comprendes que tu vida es un suspiro y el tiempo adquiere otra dimensión, porque cada momento, cada segundo, cada instante se vuelve valioso. La concepción de tu propia existencia es otra. Ya no pasas el tiempo, sino que vives el tiempo. Eso implica aprovechar cada instante. Todo tiene valor. La vida se convierte en tu posesión más valiosa. Así surge el entusiasmo. Y lo único que deseas es hacer lo correcto, libre de ataduras mentales.

¿Ésta es tu filosofía de vida?
Sí, absolutamente.

Gracias por esta charla, Roberto.

CITAS DEL AUTOR, QUIEN NOS HA CEDIDO 10 DE SUS AFORISMOS EN FORMA DE TUIT INÉDITOS

“Las utopías del pasado se convirtieron en las realidades del presente porque algunos pensaron que lo que parecía imposible era posible”.

“Pensar que la injusticia que padecen otros no nos afecta es el mejor camino que podemos seguir para ser los siguientes en sufrirla”.

“Nos educan para que nos fijemos en lo que nos separa y olvidemos lo que nos une. Aprender a veces es olvidar lo que nos han enseñado”.

“La mejor forma de aprovechar cada instante es siendo conscientes de la brevedad de la vida y de lo irrepetible que es cada momento”.

“La fuerza más poderosa no es la de las armas. Es la bondad que surge del corazón de las personas apoyada por la inteligencia”.

“El filósofo busca la verdad sin importarle las consecuencias. Su camino no es fácil, pero sí auténtico”.

“Observando a otro sin prejuicios, entendiéndolo tal como es, entonces puedes aprender de él. En ese momento la comprensión es posible”.

“Se puede matar a todos los hombres libres, pero no es posible acabar con el deseo de libertad que hay en el corazón de cada ser humano”.

“Solo cuando hemos rechazado todo tipo de autoridad personal, moral o ideológica estamos en condiciones de pensar por nosotros mismos”.

“Hacer el bien es el mandato moral supremo. Si lo cumplimos estamos en el camino de lograr la felicidad que surge de la derrota del egoísmo”.

Puedes seguirle en Twitter, donde tiene más de 13.000 seguidores: @raugusto33

En su blog suele hablar de filosofía y de política. Te invitamos a leer su poemario Elogio de la belleza

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