Cada emoción procede de una necesidad

Por Salvador Casado

Llega un momento en el que uno se da cuenta que lo valioso de la vida es aquello que nos hace sentir bien. Nos afanamos buscando reconocimiento, dinero y poder. Dedicamos enormes esfuerzos a trabajos y proyectos sin fin… Pero, ¿qué es lo que verdaderamente necesitamos?

©Fotolia.com
©Fotolia.com

El retorno de nuestra inversión vital (ROI, return of investment) lo recogemos en forma de horizonte emocional. Viene bien recordar que cada emoción es como un globo que llega a nuestra conciencia aportando un color. Si miramos bien veremos que cada globo lleva una cuerdita que se sumerge en las aguas de nuestra alma.

Cuando tiramos con delicadeza del hilo podemos darnos cuenta de que cada emoción procede de una necesidad. Si es una emoción de tonos cálidos, agradable de sentir, provendrá de una necesidad colmada. Si es una emoción de tonos fríos, desagradable de percibir, seguro que hay una carencia que gritará más o menos fuerte según su origen.

La única forma que tenemos para saber qué necesitamos verdaderamente es contemplar con cuidado y respeto nuestras emociones. Sólo cuando seamos capaces de hacerlo podremos empezar a entender a los demás.

www.doctorcasado.es

@doctorcasado

©Fotolia.com
©Fotolia.com

Dejar un comentario

nombre*

Correo electrónico* (no publicado)

sitio web