Calidez humana, calidad asistencial, ¡y porque la sonrisa cura!

Por Sonia Marquès Camps

“Dime lo que me pasa, porque ya no entiendo nada”. ¿Puede haber algo más necesario que un gesto de comprensión en la desesperación de la enfermedad? Hemos tomado prestada la frase del vídeo de la iniciativa Mírame, diferénciate, que inspira 12 meses, 12 gestos, y que aplaudimos desde aquí.

“Dime si es normal que me pase esto que me pasa…”. Emocionar con el vídeo que acompaña esta canción… para explicar toda la trascendencia que tiene la enfermedad en quien la padece. Y la necesidad que tenemos como enfermos, como familiares o como cuidadores de recibir gestos de calidad humana por parte de los profesionales sanitarios a quienes hemos confiado nuestra salud. Que a veces es como dejar nuestra suerte en sus manos. No siempre pueden cambiarla, es verdad. Pero los gestos de comprensión, que entienden, que apoyan, que acompañan… son tan válidos en este contexto; tan necesarios.

Promover una iniciativa como 12 meses, 12 gestos, seguramente, es entenderlo muy bien. Delia Peñacoba, admiradora del trabajo de Mírame, diferénciate, quiso desde su experiencia y como responsable de Gestión de Cuidados y Enfermería de Hospital de Jarrio (en Asturias) intentar concienciar sobre cómo la rutina, las nuevas formas de trabajo pueden ir en detrimento de un trato más humano en la relación asistencial. Porque, “cuando una persona acude al Sistema Sanitario busca no sólo la competencia técnica de los profesionales, sino también encontrar personas capaces de transmitirle seguridad, confianza o respeto acerca de sus decisiones”.

La gerente Amalia Franco (izquierda), junto a Jesús Pérez, Delia Peñacoba, Sandra Huerta, Isabel Suárez, Vanesa Larriet, Begoña Morán, Tina Vega y Rosa Pérez, de la Comisión de Cuidados.
La gerente Amalia Franco (izquierda), junto a Jesús Pérez, Delia Peñacoba, Sandra Huerta, Isabel Suárez, Vanesa Larriet, Begoña Morán, Tina Vega y Rosa Pérez, de la Comisión de Cuidados.

La Comisión de Cuidados del Área Sanitaria I del Principado de Asturias, profesionales de enfermería del Hospital de Jarrio y de Atención Primaria, se puso a definir los gestos y la manera de implantarlos, siempre con este objetivo de mejorar el trato a los pacientes. ”Partimos de una reflexión”, explica Delia Peñacoba: “Desde Enfermería a veces estamos dejando de hacer cosas sencillas, como acompañar. Antes, en las plantas nos sentábamos a escuchar a los pacientes y ahora no, porque no tenemos tiempo”.

“Pero, ¿realmente es un problema de tiempo o estamos cambiando de actitudes? ¿Qué está ocurriendo? Tenemos un sistema de registro informático, y en lugar de favorecernos, nos está llevando a orientar nuestro trabajo al registro, cuando esto es un medio y no un fin. Por eso planteamos 12 meses, 12 gestos. Hay estudios que muestran cómo los pacientes mejoran, o se recuperan con menos tiempo, simplemente con el contacto físico. Si les preguntamos cómo se encuentran disminuye su ansiedad”, señala Delia Peñacoba. “Somos seres sociales, seres emocionales, y a las emociones hay que cuidarlas. Y hacer esto es una cuestión de actitud profesional. Profesionalidad es la actitud de la persona en su desempeño laboral”.

En junio de este año se puso en marcha el primer gesto: Mirar a los ojos y sonreír. Se fomentó a través de una campaña de concienciación en la que los profesionales del área se pusieron una chapa que recordaba, potenciaba, fomentaba este gesto en la atención y cuidado al paciente. El segundo gesto, sin dejar de lado el primero, pues son, como explica Delia Peñacoba, acumulativos, o sumativos, fue presentarse bien ante los pacientes. La iniciativa, esta vez, contó con la ayuda de los payasos de la fundación Clowntigo, quienes se pasearon por el Hospital de Jarrio dando la mano y sacando sonrisas a los profesionales sanitarios, que era una manera de recordarles la importancia de simplificar en el trato, de humanizar, de poner en evidencia el potencial curativo que tiene una sonrisa, la atención, el afecto. Porque reconforta. Y después, “porque nuestro sistema inmunológico responde a las emociones”. Delia Peñacoba es una gran defensora de esto.

Durante este mes de noviembre, el gesto recuerda el respeto en el trato, la identificación real o consciente del paciente, para que no acabe siendo número… Una catarata más, una columna más a operar en una sala de quirófano. Delia Peñacoba nos cuenta que, junto a otros compañeros, estos días, quieren sensibilizar haciendo uso plenamente del sentido del humor; llevando ojos y columnas vertebrales de plástico al equipo médico y de enfermería de quirófano (“ahí va una catarata; ahí va una columna”), como una manera de hacer pensar en que detrás de cada ojo hay alguien que necesita ser claramente identificada para un trato o cuidado más personalizado.

Quedan nueve gestos por potenciar… Agradecimiento al cuidador principal, a los familiares, compañeros; pedir siempre permiso para realizar pruebas, para entrar en las habitaciones, etc.; respeto a la intimidad; acompañar en el duelo o en la espera; escuchar al paciente y a los familiares; mejorar el trato o el acompañamiento por teléfono.

Termina así la canción con la que empezábamos: “Mira la vida, cómo vuelve y te sorprende. Mira la vida qué fondo tiene el cajón. Mira la vida que regala todas las flores que tiene, aunque algunas las arranque con dolor…” (El canto del loco). Hemos visto en cada gesto una flor. Una manera de quedarse al lado de quien más lo necesita, de la manera que más necesita, cuando más lo necesita. ¡Felicidades!

Y terminamos con un vídeo sobre el gesto de dar las gracias. Y su importancia.

@soniamarcamps

 

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