Cielos de invierno
Cielos de invierno para descansar la mirada de nuestro mundo cotidiano. Donde solo entra el ruido de nuestros sueños, que se viven en el más puro silencio. Un cielo amplio, vía libre para poder proyectarlos…
Y encontrar cobijo en el cuadro que conforman las nubes, en toda su infinidad de colores.
Un cielo en el que ya estamos solo levantando la cabeza, que nos pertenece solo por mirarlo, admirándolo. Un cielo cercano y cálido en invierno, por sus atardeceres, y la luz y los tonos que desprende.
Relajarse en un cielo. A lo mejor, necesitamos poco más para vivir nuestros sueños. Nuestra propia realidad. Nuestra propia verdad. Conectar con lo que somos. Fundirse en el silencio de un atardecer que pasa…
Un cielo que, mirándolo, calla todo lo demás.
¡Feliz invierno!
