Xavier Montaner Casino es doctor en psicología de la salud, especialista en neuropsicología, desde una vertiente humanista, y autor de «Siente bien, vive mejor», editado por RBA, su segundo libro.

Por Sonia Marquès Camps

Este es un libro, como dice el subtítulo, destinado a poder liberarnos de las preocupaciones y mejorar la salud emocional. Que se nutre de su propia experiencia vital y profesional, como neuropsicólogo clínico y psicoterapeuta. Xavier Montaner vive dedicado también a la docencia y a la investigación.
Antes fue la escritura de «Me cuido, te cuido», pensando en quienes están a cargo de un ser querido dependiente. Aquí, es el anhelo de dar herramientas para dejar atrás preocupaciones inservibles y conectar con los verdaderos valores, con aquello que realmente es importante en nuestras vidas.

El libro se nutre de historias personales.
Aparecen cosas que me han sucedido a mí o a las personas que he tratado, con problemas de ansiedad, tristeza, rabia… El libro intenta dar respuestas a qué podemos hacer con esto tan intenso que en ocasiones sentimos.

Intentando sentirnos bien, ¿olvidamos, a veces, lo importante?
Cuando somos pequeños, no podemos, no sabemos, controlar nuestras reacciones. Pero a medida que nos vamos haciendo mayores, da la sensación de que podemos hacerlo un poquito más. Y haciéndolo, a menudo, intentamos no sentir determinadas cosas. No sentir ansiedad, a lo mejor. Y sin embargo, negando ciertos sentimientos es muchas veces cuando nuestras vidas se acaban destrozando.

¿Nos puedes dar ejemplos?
Lo es la persona que no quiere sentir ansiedad y acaba bebiendo. O cuando no nos atrevemos, por vergüenza, a pedir un aumento de sueldo, y lo laboral acaba afectando a nuestra salud mental. Si no estás dispuesto a sentir ciertas cosas en ciertos momentos, quizás, a largo plazo no conectarás con la plenitud.

¿Y cuál es la alternativa?
Es importante hacer espacio a cosas que no nos gusta sentir al servicio de lo que nos importa. La idea es intentar responder a los desafíos de la vida, en lugar de intentar controlar lo que sentimos. Hacer espacio incluso a los sentimientos difíciles, y contemplar el lugar hacia dónde queremos ir. Y a partir de aquí, empezar a trabajar en esta dirección.

Invitas, de hecho, a encontrar los valores con los que nos identificamos como personas.
Identificar los valores es fundamental, saber a qué quieres dedicar el tiempo durante tu trayectoria vital. Qué tipo de padre quieres ser. O en tu trabajo. En definitiva, ¿qué tipo de persona quieres ser con los demás y contigo mismo? Es una pregunta que a menudo no nos hacemos.

“Es importante saber qué tipo de persona quieres ser con los demás y contigo mismo, que es una pregunta que a menudo no nos hacemos”

Hablas del arte de transitar por la vida.
Basándome en las aportaciones de Steven C. Hayes, utilizo el acrónimo VIDA para ofrecer herramientas relacionadas con cuatro tipo de habilidades. ‘V’, ver o tener más consciencia de lo que sucede fuera o dentro, en nuestra mente. ‘I’, intención, incluso desobedeciendo a la mente, o confrontando los mensajes de la mente o pensamientos que nos ponen límites a lo que queremos hacer. ‘D’, dirección, sabiendo la persona que quiero ser. Y ‘A’, actuar, y hacerlo conforme a estos valores identificados.

¿De dónde sale tu intención de ayudar?
Desde mi experiencia profesional, viendo qué nos ocurre a las personas, tuve la idea de escribir un libro que ayudara a las personas a cambiar ciertos hábitos adquiridos, a partir de mi conocimiento en psicología y neuropsicología.

Tu anterior libro tiene también esta voluntad.
La idea de “Me cuido, te cuido” surgió viendo cómo se abandonan muchas personas cuando desempeñan el rol de cuidadores de seres queridos enfermos o dependientes. El libro quiere igualmente dar herramientas, para que este periodo, a pesar de lo duro que es, sea también un camino con plenitud.

Llama la atención que te refieras a tus pacientes como clientes.
La palabra paciente no me gusta en absoluto, porque implica pasividad, que el profesional es el único que sabe. El paternalismo no sirve en salud mental. Las personas tienen unos anhelos que, muchas veces, a causa del sufrimiento, pueden quedar aniquilados. La tarea del terapeuta es despertar estos valores o hacia donde quiere llevar su vida. Y dar herramientas para superar los obstáculos.
Dentro de mi campo, me identifico con la psicología humanista, que busca el sentido del ser.

“La palabra paciente no me gusta en absoluto, porque implica pasividad, que el profesional es el único que sabe”

En un apartado del libro te autodiagnosticas abiertamente TDAH. ¿Sirve para quitar trascendencia o estigma a los trastornos?
Es por mi hiperactividad y falta de concentración como estudiante. Lo hago a pesar de que soy bastante anti etiqueta en enfermedades mentales. Considero que los diagnósticos tienen poca utilidad. Y creo que incluso tendría más sentido hablar de personas con problemas similares, aunque tengan diagnósticos distintos. Pienso que deberíamos cambiar de paradigma, ir hacia lo biopsicosocial, entender los problemas de salud mental no solo relacionados con un tema biológico, sino también con el peso de lo social y lo personal. Lo que condiciona cómo nos comportamos con los demás o el tipo de vida que tenemos tiene seguramente una explicación multicausal. Por lo que todos los reduccionismos están equivocados.

“Lo que condiciona cómo nos comportamos tiene seguramente una explicación multicausal, por lo que todos los reduccionismos están equivocados”

¿Prescribes tus libros a tus ‘clientes’?
Siempre recomiendo los libros de los demás y no los míos. Es algo que seguramente también tengo que superar. [Ríe].

¿No acabamos nunca, verdad, de mejorarnos?
Esto es algo que en el libro también dejo claro; el camino de la vida es un aprendizaje constante, hasta el final.