‘Beginners’: la vida en modo inexperto
Por los35milímetros
Una pequeña joya indie dirigida por Mike Mills. Beginners (Principiantes) es una cinta llena de encanto. Una fotografía luminosa y una música cálida envuelven la historia protagonizada por Oliver (Ewan McGregor) un treintañero que atraviesa una intensa crisis de identidad por razones varias.
La muerte de su madre, el fracaso de su última relación amorosa, el bloqueo mental que hace que su trabajo como diseñador gráfico se estanque y, sobre todo, su padre. El progenitor de Oliver es Hal (Christopher Plummer), tiene más de 70 años y tras enviudar después de casi 40 de matrimonio, decide contarle a su hijo que es homosexual, que siempre lo ha sido y que durante décadas su vida ha sido una verdad a medias. Su condición sexual no es la única noticia, además Hal padece cáncer. Ante este panorama, Oliver se ve sobrepasado y justo cuando nada parece tener sentido aparece como por arte de magia Anna (Mélanie Laurent), una guapa actriz que se convierte en su vía de escape ante tanta confusión.
Tenemos ya a todos los personajes ubicados y sabemos más o menos cual es su historia. A priori, podría parecer que Beginners es una comedia romántica sin más, pero nada más lejos. La película tiene muchas cosas que la hacen especial pero una destaca por encima de todas: el magnífico trío de actores que da vida a Oliver, Hal y Anna. El trabajo de los tres intérpretes es sobresaliente. Ewan McGregor es capaz de aguantar sobre su espalda el peso de prácticamente toda la película, su personaje es el centro de todo y el actor canaliza con maestría todas las emociones que le asaltan. La química entre McGregor y Laurent funciona perfectamente y cada vez que la pareja comparte escena la cinta suma en encanto.
El trabajo de Christopher Plummer merece mención aparte, el veterano intérprete se enfrenta a un personaje difícil, un hombre que a los 70 y pico sale del armario y empieza a salir por bares de ambiente y a ligar con chicos jóvenes. Lo que podría parecer ridículo y poco creíble se convierte en manos de Plummer en un personaje perfecto y con el que espectador empatiza de forma automática.
Beginners habla de muchas cosas: la búsqueda de la propia identidad, el comienzo del amor, el miedo al compromiso, la relación entre padres e hijos y la aparentemente insalvable barrera que separa a unos de otros… En fin, muchas cosas muy importantes, tratadas con una inteligencia y una sensibilidad que pocas veces se ve en las comedias contemporáneas.
Beginners está llena de melancolía, ilusión y esperanza, y nos hace conscientes de algo que no solemos tener en cuenta: todos somos principiantes en la vida, nadie se sabe las reglas de este juego tan extraño en el que estamos metidos y los errores que cometemos son solo una muestra de nuestra inexperiencia. Si no lo habéis hecho ya buscad la forma de disfrutar de esta maravillosa película.