Quizás es tiempo de meterse realmente en uno mismo. De aguardar la primavera y disfrutar de este silencio que deja el paisaje. Invierno a lo mejor es tiempo solo de esperar y de confiar en los primeros atardeceres soleados.

Invierno a lo mejor es un tiempo para la introspección, para ganar en coraje y recibir mejor el buen tiempo.

El paisaje de las ramas en esta estación a lo mejor no es más que un espejo que nos permite tener consciencia de que lo único que nos sustenta son nuestras raíces.Y una invitación a creer en nuestra capacidad de florecer, y de crecer, aun cuando todo se vea desolado.

Este tiempo de invierno no tendría que dejarnos tristes, sino esperanzados. Creer plenamente en este árbol que resiste y en su capacidad de brotar y albergar la vida.

Quizás ahora es el momento de respirar los primeros rayos de sol en este ecuador del invierno en el que ya estamos. Respirar este aire frío que parece activar el alma, y confiar en que somos capaces de levantarnos… las veces que haga falta.

Quizás es tiempo de abrir los ojos al cielo limpio de invierno. De buscar los primeros rayos de este sol que se alarga y entra por la ventana. De dejar simplemente que iluminen los momentos de calma a los que invita este tiempo. Y disfrutar de uno mismo observando estos primeros atardeceres que quieren ser más cálidos.

La primavera se intuye ya. Pero este tiempo de invierno pide paciencia para poder disfrutarla.

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