Un gran ejemplo es la mejor enseñanza

Por Pedro Martínez Ruiz

La vida es un constante aprendizaje; desde que nacemos hasta que morimos no dejamos de aprender. Hay cosas que nos ocurren en la vida que no son muy buenas buenas, y creo que nos ocurren simplemente para enseñarnos y para crecer como personas.

Me encantan los niños, y siempre había pensado que cuando tuviera un hijo lo educaría de la mejor forma posible, siendo el mejor de los ejemplos, al igual que mis padres lo son para mí. He tenido la fortuna de tener un gran hijo, se llama Javier. Es muy grande en lo que se refiere a actitud y fortaleza, pero un poco más pequeño de lo normal porque nació unas semanas antes de su fecha prevista y su peso era inferior al habitual.

Pero desde el primer momento de vida ha sido un gran ejemplo para mí, para todos los que me rodean. Me enseñó desde el primer minuto que en la vida hay que ser fuerte y luchar. De su lección de vida he extraído que hay que tener constancia y paciencia para lograr aquello que queremos conseguir y que hay que levantarse cada día con ganas de comerse el mundo.

Él me ha hecho reforzar la idea que siempre he tenido de que debemos quejarnos menos y dar gracias por muchas cosas, entre otras, por poder disfrutar cada día de nuestra vida. Mi hijo me ha enseñado que el miedo y el dolor se pueden curar con grandes cantidades de humor y amor. Y lo más importante, que podrás conseguir lo que quieras en la vida pero luchando desde el primer momento.

La mejor enseñanza es un gran ejemplo. Desde sus primeras horas de vida, está siendo un gran ejemplo para mí. Gracias Javier por ser tan grande, gracias por enseñarme tantas cosas.

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@Pedro_QLSTA

Nota de la editora: Felicidades, Pedro, en primer lugar por este niño tan grande. Y felicidades después por tu actitud ante estas cosas no tan buenas que a veces nos ocurren. Por no derrumbarte y mantener la ilusión. Te felicito por haber saber sacado la mejor lección a la forma de lucha de tu hijo. Es una manera muy enorme de agradecérselo. Que tú se lo hayas reconocido. Que tú lo hayas visto después como una lección de vida invita a esta reflexión que has escrito. Es un lujo, amigos como tú son un lujo; que son una lección de vida, un ejemplo de buena actitud cuando las cosas no salen como están previstas y ante grandes dificultades. Te felicito por haber sabido mantener la ilusión incluso ante esta dificultad, cuando tu hijo se debatía entre la vida y la muerte. Es el mejor regalo como padre que ha tenido Javier, que creyeras en su capacidad de salir adelante, que ha sido como una forma de luchar con él. ¡Felicidades, familia! Y que nunca dejemos de creer en la capacidad de lucha de uno mismo y de los demás.

Sónia Marquès Camps

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