Invierno a consciencia

Por Sónia Marquès Camps

Atardeceres de invierno que son como una poesía. Pero siempre que los sepamos apreciar. Los días más largos, con más luz, son la mejor metáfora de lo que puede aportar esta estación a nuestro cuerpo, a nuestra mente, a nuestra alma.

Quizás estaría bien saber adaptar a nuestro estado emocional las posibilidades que nos ofrece esta nueva estación, para beneficiarnos de lo mejor de ella. Conocer, o en cierta forma, ser muy conscientes de lo que puede aportarnos este nuevo invierno en este lado del Planeta desde donde escribimos puede mejorar, desde luego, nuestro bienestar. A saber, atardeceres cargados de melancolía, tardes cada vez con más luz y colores en la naturaleza que conforman un paisaje de plena belleza y armonía para el alma.

Invierno es una estación con carácter, y quizás se necesita fuerza o fortaleza de espíritu para encararlo o para verle la parte más dulce, que la tiene, como los atardeceres teñidos de naranja cuando el sol de cada día va alargando su descenso. Esta estación nos invita desde luego a la tranquilidad, a la contemplación… Aunque nuestro estado anímico puede que pida recogerse, vida interior, y que estaba en el Invierno que escribíamos hace un año.

Aquí va, pues, nuestra invitación a vivir plenamente el invierno, conscientes de las posibilidades que mejor satisfagan nuestro momento anímico. Una invitación a disfrutar plenamente de la estación y de forma compenetrada con el momento que estamos viviendo de forma individual. ¡Feliz invierno!

Solsticio de invierno en Menorca. Foto de SMC.
Solsticio de invierno en Menorca. Foto de SMC.

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