Por Sónia Marquès Camps

“El miedo que no pudiese llegar hasta mañana se disolvió cuando entendí que solo tenía que vivir cada momento, que siempre tenía acceso al momento presente y que el único modo verdadero y sostenible de estar completamente vivo consiste en permanecer abierto a todos los momentos de la vida, no solo a aquellos que me gustan”. Extracto del libro ‘Vivir bien con el dolor y la enfermedad. Mindfulness para liberarte del sufrimiento’, de Vidyamala Burch .

 ’Vivir bien con el dolor y la enfermedad. Mindfulness para liberarte del sufrimiento’, publicado por  Kairos, está escrito por una persona que convive con el dolor y ha experimentado en primera persona el poder de transformación del mindfulness.

Mindfulness es un tipo especial de conciencia atenta, de compromiso con cada momento de la vida, que para la autora de este libro se convirtió en un auténtico salvavidas. “Me ha enseñado a ser creativa y a no responder reactivamente a mis estados mentales y emocionales ante el dolor crónico”.

El punto de partida de este manual de mindfulness para gente con dolor nos parece extraordinario, porque tal y como escribe la autora en el prólogo, “podrá parecer un libro minoritario, pero la realidad es que tarde o temprano casi todos deberemos afrontar dolores agudos o enfermedades”. También, porque, como muy bien señala aquí Vidyamala Burch, sabemos que el dolor crónico afecta de forma negativa tanto a los hábitos de vida como a la capacidad de relacionarse con otras personas, lo que genera aún más sufrimiento.

“La combinación de emociones intensas con pensamientos de tipo obsesivo hacia este problema llamado enfermedad o dolor genera molestias en el cuerpo, conformando este cuatro que llamamos estrés”. Y dice la autora que la clave para reducirlo está en la comprensión íntima de los mecanismos mente-cuerpo que trasciende la voluntad humana, pero que son accesibles de forma indirecta mediante prácticas contemplativas.

Prácticas que a través del mindfulness nos permiten recuperar la salud en la mente para luego difundir esta salud a nivel más integral, aunque tengamos que convivir con el dolor o la enfermedad y las limitaciones que ello supone. Llegar a la compasión, explica, con la combinación de aceptación primero y amabilidad después frente al dolor, que se consigue con disciplina y práctica. Y este libro enseña cómo hacerlo; a meditar con el dolor físico, a descubrir nuevas formas de vivir con el dolor y la enfermedad. Enseña a restablecer contacto con nuestro cuerpo utilizando la respiración consciente y el movimiento consciente.

La tristeza y la pena son dos respuestas sanas y adecuadas al dolor, dice Vidyamala Burch, pero cuando te dominan, se tornan más complejas y problemáticas. No son solo una respuesta al dolor, sino que generan, a su vez, un sufrimiento adicional. La intención fundamental de este libro es explorar la posibilidad que cada persona tiene que recuperar la dignidad, la armonía y su humanidad, aunque tenga que vivir con determinadas limitaciones físicas. “Al final -dice- creo que eso es lo que de verdad importa en la vida, independientemente de que se conviva con el dolor”.

Vidyamala Burch se centra en esta nueva dimensión de la psicología del dolor, desde una visión integral del ser humano. Practicar mindfulness para modificar la experiencia del dolor y su impacto sobre quien lo padece, señalando el camino que hay que recorrer, Y “hacer las paces con el dolor, entenderlo, encontrar un terreno común”.

Estamos ante un libro generoso a partir de su experiencia con el dolor, y empático; una escritura de gran compromiso emocional, con una visión  muy viva, conectada y consciente de sí y de los demás, que enseña cómo aplicar mindfulness además en la vida cotidiana y la importancia de ser consciente de todo lo que hacemos.

Burch relata que su miedo a no poder llegar hasta mañana se disolvió cuando entendió que solo tenía que vivir cada momento, que siempre tenía acceso al momento presente y que el único modo verdadero y sostenible de estar completamente vivo consiste en permanecer abierto a todos los momentos de la vida, no solo a aquellos que gustan. Y escribe la autora: La vida es agridulce y, cuando renunciamos a la expectativa de que sea maravillosa o terrible y la mantenemos con un corazón abierto a la delicada combinación de ambas dimensiones, nos relajamos y abrimos más todavía.

“Deja de empeñarte en llegar hasta mañana; basta con que llegues al momento presente”. Es la voz en primera persona de la autora de este libro, hablándose a sí misma en un momento de mucho dolor. Así explica cómo le alivió centrarse únicamente en el momento actual: “El presente siempre es soportable, y saborée la confianza que acompaña a ese conocimiento. Entonces, el miedo se desvaneció y me relajé”. A lo que añade: “La única posibilidad de una acción sabia es la que sucede ahora, y ahora, y ahora. El pasado es, en este sentido, una brújula que te ayuda a dar sentido al presente y elegir respuestas más inteligentes”.

Dolor físico, pero no sufrimiento mental. Ésta es la gran idea de este manual. Mindfulness significa ver más objetivamente los pensamientos, en lugar de identificarnos con ellos. Y dice en este sentido que “el mundo que nos rodea también es más fluido de lo que pensamos: la noche se convierte en día, el verano da paso al invierno, y las montañas, con el paso del tiempo, acaban erosionándose. Todo se haya sometido a esa ley y verlo nos capacita para relajarnos en el flujo del cambio”.

“La mayoría de nosotros nos identificamos tanto con nuestras emociones y pensamientos que acabamos convirtiéndonos en ellos. Y estar plenamente atento a la experiencia te permite evitar conclusiones erróneas basadas en el deseo y la aversión a lo que realmente es”, explica. “Entonces, puedes descubrir antes de que se dispare tu reacción habitual un momento en el que puedes elegir”.

Un libro que invita a practicar mindfulness (una forma de vida, según la autora, “que jamás concluye”), porque, como muy bien queda recogido en este manual, el mejor modo de saber qué es mindfulness consiste en experimentarlo directamente. Y una invitación por ende a la meditación, por todo lo que aporta. “Solo cuando te tornas consciente de tus pensamientos puedes asumir la responsabilidad del modo en que respondes a ellos; y uno de los principales propósitos de la meditación consiste en cobrar plena conciencia de los pensamientos y descubrir formas nuevas y creativas de relacionarte con ellos”.

Del libro también nos quedamos con la idea de que el mismo dolor que tiende a aislarnos puede convertirse en una fuente de conexión si llegamos a ver que de un modo u otro todo el mundo experimenta dolor. “Si nos relacionamos con los demás sobre el fundamento de nuestra humanidad compartida, esta experiencia del dolor convertiría el aislamiento en empatía”.

La lectura de este libro produce por sí sola bienestar emocional. Señalamos dos frases del libro. Una que recoge la autora del poeta Rilke: “Solo el corazón reconquistado puede ser satisfecho y libre, gracias a todo aquello a lo que ha renunciado, para disfrutar de su dominio”. Y esta para poner el punto y final: “Cuando los seres humanos se enfrentan a sus problemas reales y no les queda más remedio que profundizar, su nobleza interna suele salir a flote”.

@soniamarcamps