¿Qué necesita tu mochila?

Por Cris Moltó

En muchas ocasiones, nos empeñamos en mantener la creencia equivocada de que cuanto más cargamos a nuestras espaldas, más somos capaces de soportar y mayor es nuestra capacidad de resistencia y sacrificio.

Pero, lo cierto es que… ¡carece absolutamente de sentido cuando, en realidad, algo así nos supone cualquier cosa menos eso precisamente! Cuanto mayor es el peso, mayor es el sufrimiento. Cuando mayor es la exigencia, mayor es la obligación incansable adquirida. Cuanto mayor es la intransigencia, mayor es la asfixia por la que finalmente vernos superados. Y, de este modo es que, en consecuencia el resultado de “ese pesado peso vacío”, además de insoportable e insostenible en el tiempo, se nos presenta como el ejemplo más claro y significativo por el que volver a lo básico, esencial y sencillo, desde donde ser capaces de aprender nuevamente a transformar nuestras vidas y nuestras relaciones, puesto que, a la hora de la verdad, no es tanto lo que se necesita. O, dicho de otro modo, sin saber muy bien cómo, de repente, nos damos cuenta de que en verdad no necesitamos tanto como a priori nos creemos.

Aquí, lo fundamental es decidir libremente lo que cada uno quiere portar para emprender su recorrido, dado que hablamos de necesidades, aspiraciones, ambiciones, esperanzas, anhelos y propósitos trazados. Y justo por ello es que cualquier momento siempre se nos revela como el mejor y más idóneo para la elección de nuestros valores y de aquellos que realmente deseamos que nos acompañen.

La pregunta en todo caso es simple y llana: ¿qué necesita tu mochila?

Sea lo que sea, da igual, siempre y cuando recordemos que, lo importante es que no pese, nos resulte liviana, ligera y que, ante todo, cuente significativamente con lo que más se ajuste -y adapte- a nosotros y nuestra particular forma de entender y querer vivir la vida, para que fácilmente se produzca lo que Elsa Punset nos sugiere: “Que sea ligera, porque más importante que lo que cargas es lo que no cargas, y lo que dejas atrás.”

Por tanto, si lo que tienes en ella, no te convence… te repito la pregunta o háztela tú mismo y responde con sinceridad: ¿qué necesita tu mochila?

Es curioso… “la vida, cuanto más vacía, más pesa”. Sabias palabras las del erudito español León Daudí. A las que sumamos esta frase de Amiel-Lapeyre: “Cuanto más vacío está un corazón, más pesa”.

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