Liberarse con la «Psicología punk»

¿Qué significa ir en contra del pensamiento positivo y naif en el libro Psicología punk de Víctor Amat? Que ser feliz no es una obligación, puesto que la vida también está llena de situaciones que causan sufrimiento y pensamientos negativos.

Por Sonia Marqués Camps

A partir de un manual de supervivencia que toca con los pies en el suelo y fruto de 20 años como psicoterapeuta, de lidiar también con lo propio y una empatía como un piano, el psicólogo experto en terapia breve Víctor Amat despliega todos sus recursos, que son muchos.

Experiencia clínica, con pacientes y en sus clases, con alumnos, muchos de los cuales son profesionales sanitarios; experiencia vital, sentido del humor, capacidad de comunicación, lecturas, filosofía, aprendizajes, creatividad, innovación y un lenguaje totalmente cercano. Un estilo directo, que conecta; bruto a veces, pero con un matiz literario. Lo cortés no quita lo valiente, y viceversa.

Y puesto que su psicología punk iría en contra claramente del pensamiento naif o vacuo, aquí no encontraremos consejos vacíos, ni teorías, ni una enumeración de pasos para convertirnos en quienes querríamos ser, pero en realidad no somos. Como tampoco hay un lenguaje políticamente correcto. Desde esta dosis de pura realidad, desde el respeto absoluto por cómo es cada cual, sabiendo que en todo ello hay genética, presente y pasado (a lo mejor, bien ‘jodido’), Amat nos invita a ser benevolentes con nosotros mismos. Y a descubrirnos, con todas nuestras contradicciones, a través de una lectura que nos saca carcajadas, riéndonos de nosotros mismos, si cabe, y que ‘engancha’, también, de pura diversión. ¡Qué más se puede pedir! 295 páginas dándolo todo en este libro, donde Amat escribe tal y como es.

Repasamos algunos de los mitos del imaginario de la psicología popular, que se carga, con su «revolución punk».

– «No se puede sustituir una emoción negativa por una positiva», así, de golpe, a voluntad. Pretenderlo, dice, es no conocer en absoluto ni nuestro sistema nervioso.

Y aquí va una de las frases mejores, en esta modesta opinión, del libro. «Creo que una buena vida es la que se lleva con dignidad, no forzosamente la que resulta sencilla». Está relacionada con su filosofía china ‘Wu we’, el no actuar, estar ahí, sosteniendo el mal rollo hasta que las aguas se calmen. Porque «cuando duele, estás más a salvo cerca del dolor que tratando de eludirlo», sentencia. Y para añadir que «si eres capaz de sobrellevar tu malestar con la cabeza alta, te ganas el respeto hacia ti mismo». Que no es poco.

Más psicología punk…
– «Nada nos garantiza que las cosas vayan siempre bien… Existe el dolor crónico, pero no existe el placer crónico».

– O cuando habla del miedo y de la «gesta» que es la vida, «la más grande de todas». Y como con «flowjera», un estado entre la fuerza y la aceptación de la vulnerabilidad, «se puede pasar de una manera digna por las noches del alma».

– Otra de las ‘frases hechas’ por antonomasia que destruye en el libro es que detrás de una crisis hay una oportunidad. «’Reinvéntate’ solo es posible para quien lo tiene al alcance, porque no todo el mundo ha nacido para reinventarse, y no hay nada peor que no reconocer las propias limitaciones». Ni «nadie es mejor que tú porque sea líder de cualquier cosa».

Y esta para tomar nota…
– «Dar consejos presupone que los otros tienen los mismos recursos que tú». Cuando no tenemos «ni idea de lo que pasa en la cabeza del otro». Por algo «entenderse es algo parecido a un milagro».

O, resumiendo, más sobre por qué no a la psicología naif:

– Porque la empatía es una palabra mal utilizada en general, que Víctor Amat define como «ir con el otro donde el otro desee».

– Porque «no podemos cambiar a base de ser compulsivos con nuestro ‘trastorno comparativo’ (de personalidad, comparándonos con otros); queriendo ser quienes no somos». Porque «no tiene cura la enfermedad de ser tú mismo».

– Porque «no podemos pretender una vida sin miedos, pero sí desear tener el coraje de apañarnos con ellos».
Y por cierto, «si debes tener miedo a algo es a seguir haciendo más de lo mismo», dice, añadiendo que «la solución de muchos de nuestros problemas está en el lugar en el que nunca has buscado».

– Porque «la madurez emocional se alcanza cuando eres capaz de saber cuándo y cuánto implicarte en lo que te rodea, en todos los ámbitos de tu vida».

– Porque «dudo, luego existo».

– Porque «la vida es un siete».

– Porque creer que tenemos que ser felices y llevarnos superbién con todos, incluso en el trabajo, «es otra de las perversiones del pensamiento de la psicología dominante».

¿Y por qué este libro?

– Porque pensar punk es aprender a «proteger tu culo».

– Porque «lo normal es fracasar, y lo importante es lo que hacemos entre fracaso y fracaso».

Ah, y perdonar y pasar página «es una estafa». Porque el perdón no lo cura todo, «ni podemos pasar página hasta que no hemos asimilado el dolor». Y porque aquí nos invita a quedarnos en la página, en sentido metafórico, el tiempo que precisemos… «No la pases hasta haber leído todo lo que necesites, notas al margen y pies de foto incluidos, y mucho menos si no has entendido nada del contenido». ¡El pensamiento punk es liberador!

Y porque como decía Pitágoras, que cita en el libro, «la felicidad es saber unir el final con el principio». Y este libro ayuda, aunque no quiera serlo y no sea autoayuda, a esta unión.

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